- En tanto, desde ESO reiteraron su disconformidad, por el daño que la iniciativa en cuestión conllevará a los cielos.
“Tendrá un impacto en el territorio, borde costero y cerro, en la flora y fauna, en el espacio donde trabaja nuestra gente, además transportarán amoniaco, por lo que se teme por la salud de las personas y de las distintas especies que ahí habitan. Respecto de este último punto, las medidas de emergencia (del proyecto) son muy básicas”, expresó Nolvia Morales, secretaria de la comunidad indígena changa Ely Morales, sobre el proyecto Inna de la empresa AES Andes, iniciativa a escala industrial de hidrógeno y de amoniaco verde en el país, que se ubicaría en Taltal e involucra una inversión de US$ 10 mil millones.
Al respecto, Renan Rojas, presidente de la comunidad indígena changa Almendares del Gaucho, señaló a nuestro medio que el megaproyecto tendrá un impacto en el medio ambiente y la vida humana. “Afecta a los recursos del mar, porque lanzarán un emisario, producto de una planta desaladora que contemplan, nosotros siempre estamos en contra de estos proyectos en el borde costero”, señaló.
De igual modo, el dirigente añadió que, en concreto, algunas de las especies que se podrían dañar serían el huevo de la anchoa, así como las larvas y el güiro. “Esto no se trata de compensaciones, se trata de proteger los recursos del mar y el medioambiente en general” enfatizó Rojas, precisando que el barco con carga de amoniaco que incluiría el proyecto impactaría directamente en la salud de las personas. “Cambiará la geografía del terreno”, sentenció.
En tanto, Gonzalo Lemus, activista territorial, expresó que el daño e impacto del proyecto vendría principalmente, por el uso maritorio y del terreno ancestral de las comunidades changas. “Daño al ecosistema, además de provocar otro de carácter sociocultural, habrá mucho movimiento de tierra, considerando que son 1.400 hectáreas en zona costera. Por último, hay que precisar que el proyecto no está dentro de la reserva eólica de Taltal, se encuentra a 35 kilómetros de distancia de la reserva”, afirmó.
Punta de Plata y Quebrada de la Plata: Impacto arqueológico
De acuerdo a un informe elaborado por Lemus, el proyecto Inna pondría en riesgo no solo la actividad astronómica, si no también al ecosistema y territorio taltalino, como al sitio arqueológico Punta de Plata y la adyacente Quebrada de la Plata, que constituyen uno de los conjuntos más significativos de la Región de Antofagasta, debido a su alto valor histórico, cultural y patrimonial para las comunidades changas.
Sin embargo, estas áreas estarían gravemente amenazadas por las actividades asociadas a la iniciativa de AES Andes. Lo anterior, en el contexto de las intervenciones previstas que incluyen la instalación de un puerto de embarque, una planta desalinizadora, el tránsito de camiones pesados, la disposición de cañerías y la construcción de sitios de resguardo de materiales, lo que afectaría directamente a múltiples sitios arqueológicos.
ESO
Desde la European Southern Observatory (ESO) ratificaron sus aprehensiones al megaproyecto. “Los cielos de Paranal son de los más pristinos y oscuros del mundo, lo que los convierte en un sitio único a nivel global para la observación astronómica. La calidad de estos cielos, preservada hasta ahora gracias a una estrecha y fructífera colaboración con el Estado de Chile, se ven ahora amenazados por el megaproyecto INNA de AES Andes, cuyas instalaciones abarcarían un área de 3.000 hectáreas, a una distancia entre 5 y 11 kilómetros del Observatorio Paranal de ESO. Por su envergadura y proximidad al observatorio, tanto la contaminación lumínica generada por INNA, como el polvo en suspensión y las turbulencias atmosféricas causarían un daño irreparable a los cielos de Paranal, mutilando irreversiblemente la capacidad de observación de los telescopios existentes y futuros, con consecuencias nefastas que trascienden el ámbito científico”, afirmó Laura Ventura, Coordinadora de Comunicación de ESO en Chile
De igual modo, la profesional recordó que ESO apoya el desarrollo económico de Chile y comprende los beneficios potenciales para los habitantes de las comunas de Taltal y Antofagasta. Asimismo, explicó que “ESO apoya las iniciativas que aportan al desarrollo de las energías renovables, a la descarbonización y a la transición energética global. Sin embargo, lo anterior no puede ocurrir en desmedro del patrimonio natural y científico de Chile y el mundo. Desde ESO creemos que el desarrollo de proyectos de energías renovables y de la astronomía son compatibles, siempre y cuando se respeten criterios de sentido común en cuanto a la ubicación de los nuevos proyectos energéticos con respecto a los centros de observación astronómica existentes o en construcción. ESO insta a AES-Andes a que encuentre ubicaciones alternativas para este proyecto, respetando una distancia mínima de 50 kilómetros, beneficiando así a la región de Antofagasta sin comprometer las excepcionales condiciones astronómicas que Chile ofrece en esa zona en particular”.